La Grúa, novela que Rainer Zimnik escribió y dibujó en 1956, nos muestra la persistencia y devoción de una persona por un oficio hasta el final: ser el conductor de una grúa.
Y por esas cosas que tiene la literatura ...la profe del Seminario me pidiò que le escriba una carta al Señor que està allà arriba...porque eligiò vivir en la grùa.
Acà se los dejo en mi cielo de palabras.
............................................................Qué linda emoción
Emoción linda y una envidia agridulce.
Porque la envidia nunca puede ser del todo dulce.
Aunque sea envidia de esa que no destruye nada.
Porque yo a usted lo envidio un poco
Le envidio la emoción de estar ahí, sin pena ni gloria, ni ganas de irse. Muchas veces sentimos en nuestro reloj acompasado esas ganas de irnos de lugar en donde estamos
Y muchas veces no podemos
Tantas veces no pudimos!!!!
Porque …
…había que hacerse mayor
O ….Había que hacerse independiente
O…… .Había que saber a donde irnos
O ……..Había que irse sin dejar cabos desatados.
O ……...Había ………..que se yo.
Pero yo me pregunto:
Usted que está ahí en ese lugar elegido…¿se siente un elegido?
Porque saber donde estar, donde uno quiere estar, con qué paisaje,
Con que ruidos….
Encontrar su lugar en el mundo.
Es una señal de alma grande. Si eso
De alma que sabe y que supo, que quiso con todo y su tristeza y ahí está .
Siendo
Queriendo ser.
Donde le dicta su ser.
Y esto es tan….magnificiente, que me hace volar con las ganas de estar ahí donde yo quiera.
En cuerpo y alma.
Por eso yo me animo
Asì que …….
ma sì!!
Yo sè que està mal!
Pero de igual manera.
Yo a usted no sabe cuanto lo envidio!!!!!!!
Roxana!!
ResponderEliminarQué integro tu contacto con esta realidad de
necesidades solitarias, que son menesteres para cualquier soñador...
Donde la amistad es el ancla que nos evita andar a la deriva en nuestro yo apresurado...
Cruz del Carmen