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lunes, 1 de noviembre de 2010

A veces un narrador...queda con la boca abierta.

Asì me quedè…….porque no es muy fácil que los alumnos de una escuela secundaria COMPLETA ,de primero a sexto año, escuchen atentamente…por el solo placer de escuchar……Sin embargo ese día , en que amablemente una profesora me invitò a contar en un acto…fue màgico.
Todos. De 12 a 18 años. Todos se fueron callando para escuchar la historia de La mujer del moñito que Marìa Teresa Andruetto tan hábilmente escribiera.
Eso sí Pánico en el rostro de TODOS los Directivos cuando escuchaban que el cuento empezaba a tener una parte …un tanto…seductora….
Pero respiraron…El final -sorpresivo- arrancò un aplauso brilloso que me llenò de ganas para seguir contándoles…otros dìas, otras historias.
Como decimos los narradores…es un lujo que el público te escuche pero èste pùblico…más que un lujo.
Y un placer tambièn.  

1 comentario:

  1. En realidad tenés una forma de contar historias que dan ganas de escucharte, los cuentos son caricias para el alma.
    Marcela Bisoffi

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