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viernes, 16 de diciembre de 2011

Historia clìnica

Informò que sufrìa de taquicardia cada vez que lo veía ,aunque fuera de lejos.
Declarò que se le secaban las glándulas salivales cuando èl la miraba, aunque fuera de refilón.
Admitiò una hipersecreciòn de las glándulas sudorìparas cada vez que èl le hablaba, aunque fuera para contestarle el saludo.
Reconociò que padecìa graves desequilibrios en la presiòn sanguìnea cuando èl la rozaba, aunque fuera por error.
Confesò mareo, que se le nublaba la visiòn, que se le aflojaban las rodillas.
Que en los dìas no paraba< de decir bobadas y en las noches no conseguìa dormir.
-Fue hace mucho tiempo, Doctor – dijo- Yo nunca sentì nada màs de eso.
El mèdico arqueò las cejas:                 
- ¿Nunca màs sintiò nada de eso?
Y diagnosticò:
- Su caso es grave.                                                                                                  Eduardo Galeano, Bocas del tiempo.

lunes, 31 de enero de 2011

Otro poema de Gioconda Belli

Yo, la que te quiere


Yo soy tu indómita gacela,
el trueno que rompe la luz sobre tu pecho

Yo soy el viento desatado en la montaña

y el fulgor concentrado del fuego del pino

Yo caliento tus noches,

encendiendo volcanes en mis manos,

mojándote los ojos con el humo de mis cráteres.

Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,

riendo la risa inmutable de los años.

Yo soy el inexplorado camino,

la claridad que rompe la tiniebla.

Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía

y te recorro entero,

sendero tras sendero,

descalzando mi amor,

desnudando mi miedo.

Yo soy un nombre que canta y te enamora

desde el otro lado de la luna,

soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo.

Yo soy algo que crece,

algo que ríe y llora.

Yo, la que te quiere