Temor de lobito
El sol brillaba en un cielo despejado. Loba Abuela entró en la guarida y preguntó:
- Lobo Chiquitico, ¿has visto qué tarde? Estupenda para jugar en el bosque.
- Ya lo sé.
- Entonces, ¿qué haces ahí medio escondido?
- Medio escondido, no. Escondido. ¿Piensas que voy a salir a jugar en una tarde así? ¡Ni loco!
¡Seguro que el bosque está lleno de niños!
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Jugando con lobo
Aquella tarde, Lobo Pequeño había a visitar a su mejor amigo al prado.
De pronto, los corderos lo rodearon y se pusieron a gritar:
- ¡Quiero tirarle de las orejas!
- ¡Yo voy a rizarle el pelo y ponerle un lazo!
- ¡Pues yo me voy a montar en su lomo!
Entonces, Cordero Amigo le dijo a Lobo Pequeño:
- Cuando mis hermanos se cansen, dejarán de molestarte; pero ¿quién se
resiste a la maravilla de poder jugar con un lobito bueno?
Armando Quintero Laplume.
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