"El poder del títere es increíble, bucea en el interior del otro. Los titiriteros logramos con nuestros títeres que el otro se entregue a un juego que es mágico y existe en la medida que dos se encuentran.Esta maravilla que es el "encuentro humano" no tiene fronteras ni de edad, ni de condición…no hay enfermedad que lo pare, ni reja, ni distancia…el títere allí está haciendo el puente a la medida de la necesidad. Allí comienza la rueda mágica. Dicen unos grandes titiriteros, los "Libertablas":"CUANDO LA NADA ES SEGURA,TODO ES POSIBLE"
Quizás cuando parezca que NADA se puede hacer el espíritu andariego de los Maestros titiriteros nos impulsen a salir a los caminos en busca del otro.
Los personajes son sentimiento encarnados.Un personaje permite mostrar algo que de otro modo quedarìa en la palabra –que no es poco- pero el titere es imagen.Los titeres son pedacitos de espejo–no son espejos-ni caricatura de nadie-
Tienen algo del que yo sè que tengo enfrente,para que hagamos contacto en algùn punto.Esto para que “el otro “ sepa que yo sè a donde entré y tengo conciencia del juego al que estoy jugando. El titere es un puente a la infancia, un puente al campo lùdico. Si es un adulto el que escucha , y se entrega, es el nene que fue."
Fragmento de una ccharla dada por Elena Santa Cruz, titiritera, Magister en familia y una luminosa persona.
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